La orquesta

¿Quiénes somos?

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La Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta comenzó su andadura en el año 2010 gracias al impulso de un grupo de jóvenes estudiantes, convencidos de la necesidad de una joven orquesta sinfónica en Cantabria. Poco a poco, creció gracias al esfuerzo y al trabajo diario, convirtiéndose en una referencia en el panorama juvenil orquestal por su carácter permanente (se ensaya y se interpreta a lo largo de todo el año) e integral (a la enseñanza musical se une una rica educación en valores).

La Orquesta se forma no solo en lo musical, sino que trabaja apartados tan importantes para las personas como son la competencia social, formación en valores, etc. Esta metodología se puede llevar a cabo ya que la Orquesta trabaja de forma continuada durante todo el año, permitiendo una planificación de ensayos y programación del repertorio a interpretar más eficaz y fructífera. Esto la permite crear unos vínculos y complicidad entre los integrantes de la misma únicos. El fruto de este trabajo se traduce en un sonido intenso, sensible y natural fácilmente perceptible desde el primer acorde. De esta forma se ha conseguido crear una gran familia, capaz de interpretar un amplio repertorio de obras de diferentes estilos musicales.

La Orquesta ha realizado colaboraciones con diversos Coros tanto de Cantabria como del resto de España. Del mismo modo han actuado como solistas reputados músicos nacionales como internacionales de la talla de Salvador Barberá, oboe solista de la Orquesta de Radio Televisión Española, Javier Barberá, trompeta solista de la Orquesta Sinfónica de Valencia, Pedro Ordieres, coprincipal de violines de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Juan Antonio Martínez Martín, trompeta solista de la Banda Municipal de SC de Tenerife, Sandro Gori, oboe colaborador de la Universidad de Firenze, Javier Eguillor, timbal solista de la Orquesta de Valencia, o el violinista internacional, Francisco Fullana.

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Durante estos años ha ido incrementando tanto su actividad musical como la calidad de sus programas. Anualmente realiza diversos conciertos, tanto en Cantabria como en el resto de España, colabora con nuestras instituciones como el Parlamento de Cantabria, Fundación Camino Lebaniego, Asociación de la Prensa Deportiva de Cantabria y, en colaboración con la UIMP, realiza uno de los pocos Cursos de Dirección Internacional que se ofrecen en nuestro país bajo la dirección de directores extranjeros invitados de reconocido prestigio, yendo ya por su tercera edición. Han actuado como directores invitados, Sergio Bernal, titular del área de música de la Universidad de Utah (USA) o Eric Lederhandler, director de Czech Virtuosi.

Pensando en la formación de sus propios músicos, desarrolla anualmente el Encuentro Musical donde se invita a participar a alumnos y profesores de los Conservatorios y Escuelas Superiores de Música.

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Desde el año 2016 es la Orquesta residente en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), cuyo Paraninfo del Campus de Las Llamas acoge de manera permanente los ensayos de la agrupación musical así como parte de los conciertos que ofrece en Santander. La Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta, única orquesta sinfónica de carácter permanente en Cantabria, está dirigida actualmente por la batuta del maestro Vicent Pelechano como director titular.




Ataúlfo Argenta

Nuestra orquesta lleva con orgullo su nombre, como un humilde homenaje a un cántabro universal.

Ataúlfo Argenta

Ataúlfo Argenta (Castro-Urdiales, Cantabria, 19 de noviembre de 1913 - Los Molinos, Madrid, 21 de enero de 1958) fue uno de los directores de orquesta más brillantes de su generación. De origen humilde, comenzó sus estudios musicales en el Círculo Católico de su pueblo, Castro Urdiales. Posteriormente, en 1925, se trasladó con su familia a Madrid pudiendo entonces estudiar música en el Real Conservatorio de Madrid, como alumno de Manuel Fernández Alberdi, donde destacó como pianista. Al fallecer su padre, cuando él tenía 17 años, tuvo que ayudar económicamente a su familia, por lo que abandonó sus estudios, aunque, afortunadamente, pudo retomarlos más adelante, llegando a estudiar en el Real Conservatorio de Lieja, (Bélgica), con el maestro Armand Marsick.

En mayo de 1941 obtuvo una beca y se fue a estudiar a Alemania con el maestro Carl Schuricht en el Conservatorio de Kassel, donde llegó a ser Profesor y luego Catedrático. Regresó a España en 1943.

En nuestro país creó la Orquesta de Radio Nacional con la que inició su carrera de director de orquesta dando conciertos casi a diario. Se disolvió al negarse Argenta a colaborar en una depuración política de los miembros de la orquesta.

Gracias al apoyo de Luis Urquijo, Marqués de Bolarque, creó la Orquesta de Cámara de Madrid, con la que dio conciertos por toda España.

El 1 de enero de 1947 se publicó un B.O.E. en el que se creaba la Orquesta Nacional de España siendo uno de sus directores titulares, junto con Bartolomé Pérez Casas.

Fue un especialista en la música romántica alemana y en la música española, sintiendo predilección por el compositor Manuel de Falla.

Entre sus más reconocidas interpretaciones se encuentran la Rapsodie Espagnole, de Maurice Ravel y las Danzas españolas de Moritz Moszkowski. Su excepcional capacidad como director le llevó a dirigir numerosas orquestas extranjeras y recibió numerosas ofertas para desarrollar su carrera en el extranjero. Poco antes de su muerte estaba a punto de firmar una gira por los Estados Unidos de América con la orquesta de la Suisse Romande, que le había ofrecido la titularidad.

Pocos días antes de fallecer en 1958, Ataúlfo Argenta había conseguido uno de sus mayores éxitos, dirigiendo en el Palacio de la Música Catalana de Barcelona primero, y luego en el Monumental Cinema de Madrid, el oratorio El Mesías de Georg Friedrich Händel.

Además fue director invitado de la Orquesta Nacional de Francia. Por otra parte, fue un pionero en las grabaciones en estéreo de sus conciertos.

Llegó a lo más alto como director de orquesta, siendo tan brillante como Herbert von Karajan, Carlo María Giulini o Sergiu Celebidache, que manifestaron su admiración por él. Quienes trabajaron a su lado recuerdan su gran seriedad, maestría técnica y rigor.

Murió tempranamente, a los 44 años, cuando era titular de la Orquesta Nacional, lo que truncó una carrera musical excepcional.